miércoles, 19 de julio de 2017

El que “corrompa y derrame sangre”
Por Sheij Mohammad Abdullah Ansari

“Y cuando tu Señor dijo a los ángeles: «Voy a poner un sucesor (jalifa) en la tierra». Dijeron: «¿Vas a poner en ella a quien corrompa en ella y derrame sangre, siendo así que nosotros celebramos Tu alabanza y proclamamos Tu santidad?» Dijo: «Yo sé lo que vosotros no sabéis».
Enseñó a Adán los nombres de todos los seres y presentó éstos a los ángeles diciendo: «Informadme de los nombres, si es verdad lo que decís».
Dijeron: «¡Gloria a Ti! No sabemos más que lo que Tú nos has enseñado. Tú eres, ciertamente, el Omnisciente, el Sabio».
Dijo: «¡Adán! ¡Infórmales de sus nombres!» Cuando les informó de sus nombres, dijo: «¿No os he dicho que conozco lo oculto de los cielos y de la tierra y que sé lo que mostráis lo que ocultáis?»” (Corán 2:30-33)

El hecho de que Dios no es una persona y que no se puede tomar este ayat (versículo) del Corán literalmente como sí hubiera pasado, lo hace aún más importante.  Significa que Allah está explicado unas realidades básicas de nuestra situación y estancia en la tierra.
Cuando Dios informó a los ángeles que iba a crear seres humanos y ponerlos a cargo de la tierra ellos exclamaron ¿Vas a poner en ella a quien corrompa en ella y derrame sangre?”  ¿Cómo sabían que los seres humanos eran (somos) violentos?  Sabían porque ha pasado muchas veces antes tanto en la tierra como en un sinnúmero de otros lugares en el universo. 
Escribí hace tiempo: “Este universo es orgánico, o sea, nada aparece de la nada todo completo, las cosas evolucionan, crecen de una forma, como una semilla brota un tallo, entonces flores, hojas y fruta, o un ser empieza de un líquido y sigue un proceso de muchísimos cambios en el vientre de la madre. 
Así es la naturaleza de todo, también, el alma del ser humano, Dios nos sacó de Su esencia como una semilla que Él mandó a un viaje de desarrollo, una parte que es estar aquí en la tierra y en estos cuerpos….”
Llegamos a este lugar con almas incompletas para desarrollarnos, para logar el estado de ser humano real, completo, el insan-i-kamil.  Este mundo no es ningún paraíso, es una escuela dura, “Y dijimos: “«¡Descended! Seréis enemigos unos de otros.  La tierra será por un tiempo vuestra morada y lugar de disfrute».” (Corán 2:36)  ¿Dios está ordenándonos ser enemigos unos de otros?  No, pero sabe que siendo seres en desarrollo todos estamos en diferentes niveles espiritualmente, la mayoría de un nivel muy bajo, controlados por influencias ajenas, inclinaciones heredadas y emociones negativas.  Lee cualquier texto de la historia y verás que la historia del mundo es la historia de guerras y conflictos.  En este momento (2017) casi la mitad del mundo está en guerra, pasando por conflictos graves o afectados por guerras en otras partes.  Aún en países “en paz” estamos rodeados de delincuencia y corrupción.  Además todos hemos experimentado dificultades emocionales o materiales en nuestras vidas.   ¿Entonces?  ¿Por qué Dios nos envió aquí?  Primero debemos recordar constantemente lo que dijo Dios, “por un tiempo”, estamos aquí por un tiempo, no es nuestro hogar, estamos aquí de paso, y, ¡por razones!  Hay un plan, hay una razón por la que estamos aquí, hay trabajo que hacer. 
Dijo (Dios): «¡Adán! ¡Infórmales de sus nombres!» Cuando les informó de sus nombres, dijo: «¿No os he dicho (a los ángeles) que conozco lo oculto de los cielos y de la tierra y que sé lo que mostráis lo que ocultáis?»”
Los nombres se refieren al conocimiento de las realidades del universo, los nombres, los atributos, energías, poderes de Dios de los que se compone la existencia.  Todo lo que existe es un aspecto de Dios, la Consciencia Cósmica.  El universo en que vivimos está compuesto de bytes de energía en forma de instrucciones o programaciones tal vez como las súper-cuerdas de la ciencia cuántica.  Adán, en la conversación con los ángeles, sabía esa realidad mientras ellos no, lo que muestra las potencialidades del ser humano, aún mejor que los ángeles. 
Pero, estamos muy lejos de lograr nuestras potencialidades.  Por eso estamos aquí.  Poca gente está consciente del propósito de su vida y aún menos acepta el reto, el reto de desempeñar el trabajo necesario para lograr la perfección que Dios quiere.
No podemos cumplir nada sin la ayuda de Dios.  ¿Dónde está Dios?  Los nombres de Allah, los bytes de energía, información programada, penetran a todo lo que existe incluyéndonos, todo está dentro de nosotros.  Podemos sentir a Dios, está en cada célula del cuerpo.  ¿Con qué debemos sentir, estar consciente de Dios?  Con la mente.  La mente es un tema muy grande, por ahora, vamos a definirla como intensión/atención.  Libre albedrío, la habilidad de tomar decisiones, escoger entre opciones, es una parte primordial en nuestro trabajo de crecer espiritualmente, es la clave de nuestra estancia aquí en la tierra.
Este mundo no es como parece, nada es como parece.  La Verdad está oculta tras una fachada de percepciones cerebrales basadas en miedos y deseos de la gente y esas percepciones han creado el mundo que vemos normalmente.  Nuestra tarea es distinguir entre lo falso y lo real.  Con prácticas espirituales y decisiones basadas en conocimiento correcto hay la potencialidad de ver, realmente ver, la Verdad.
El mundo está lleno de sufrimiento.  Podemos caer preso de los altibajos de la vida y el ambiente o usar este mundo para avanzar espiritualmente – ese es su verdadero propósito.  Cuando levantas pesas la resistencia contra los músculos es lo que crea fuerza y poder.  Resistir la negatividad de la vida es el método para crear energía positiva y alimentar los sentidos internos y obtener la visión divina.  Tener compasión y orar para que todo el mundo supere sus problemas y sufrimiento es la forma más eficaz para reducir el poder de egocentrismo que nos separa de la visión de la Realidad. 
Consciencia y acción.  Tenemos que estar activos, observando y guardándonos contra la entrada de negatividad en nuestro ser, cuerpo, mente, emociones.  La negatividad es como oxidación, si dejamos de observar y resistir malos pensamientos y emociones, algo como moho crece e invade todo, la oxidación ataca hasta el cuerpo mismo y un estado de atrofia evita cualquier posibilidad de avance espiritual.
Dios nos penetra, está adentro pero cubierto, escondido.  Quita la mugre y experimenta Su presencia. (18/7/17)
La Tariqa Sufí Ansariyya